Vega de Comeya

 

Nombre del enclave: Vega de Comeya  Panorama Comeya1
Categorías de protección: El enclave está integrado en el LIC y ZEPA ES1200001 Picos de Europa (Asturias), dentro del Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de los Picos de Europa.
Emplazamiento: La Vega de Comeya se localiza en el concejo asturiano de Cangas de Onís.
Región: Principado de Asturias.
Coordenada de referencia: 30TUN3894
Superficie del humedal: 59 hectáreas
Altitud: 840 metros

 

 
La Vega de Comeya es una depresión cerrada rodeada de laderas abruptas, que reposa sobre un sustrato bastante impermeable. Se trata de un poljé que se adapta a las estructuras tectónicas de la zona, disponiéndose su eje mayor paralelo a la direccion de falla.

Por el llano discurre un pequeño arroyo que recoge las aguas de las vaguadas y laderas circundantes y que desemboca en un sumidero en el extremo noroccidental de la vega.
La posición geográfica del Comeya determina una climatología marcada por una fuerte precipitación anual (2000 l) con una distribución regular de la lluvia a lo largo de todo el año, salvo una ligera inflexión estival, abundante nieve en invierno y frecuentes nieblas en verano, que determinan una baja insolación e insuficiencia térmica. Por otra parte, la intensa carstificación en el macizo matiza la disponibilidad de agua en ciertas zonas de la vega.
Biogeográficamente, este enclave se localiza en la transición entre los territorios de influencia oceánica (Subprovincia Cántabro-Atlántica) y las áreas más continentalizadas de la Cordillera Cantábrica (Subprovincia Orocantábrica), aunque la presencia de especies como Erica mackaiana y comunidades como Erico mackaianae-Sphagnetum papillosi permite su consideración como terrenos cántabro-atlánticos.
La mayor parte del entorno está constituido por laderas rocosas de caliza carbonífera cubiertas de aulagares de Genista occidentalis y G. legionensis, si bien el flanco norte del poljé es una ladera cuarcítica tapizada de brezales, entre los que se desarrollan cervunales y áreas turbosas que ascienden por las zonas con mayor escorrentía superficial. El fondo plano de la depresión está ocupado por pastizales más o menos encharcados, pequeñas charcas y turberas de esfagnos.

VALORES MÁS RELEVANTES

Singularidad
Las turberas de Comeya constituyen el mayor sistema higroturboso del Parque Nacional de los Picos de Europa.

Valores biológicos y ecológicos
El elemento más destacado del medio es el sistema turboso que se desarrolla en la zona central de la depresión de Comeya, constituido, junto con otras comunidades higrófilas, por turberas de esfagnos incluibles en la asociación Erico mackaianae-Sphagnetum papillosi. Estas turberas, las de mayor extensión en el LIC, Parque Nacional y Reserva de la Biosfera Picos de Europa, representan el hábitat 7130 Turberas de cobertura, de carácter prioritario en este enclave por su condición de turberas activas.

Valores geomorfológicos
La depresión de Comeya está modelada fundamentalmente sobre rocas calizas de edad carbonífera (Formaciones Valdeteja y Picos de Europa), algunos materiales clásticos del carbonífero superior (Formación Soñín) y, en la margen norte, sobre una unidad de cuarcitas de edad Ordovícida (Formación Barrios). El origen de la depresión se asocia a una red de fracturas, destacando dos fallas de dirección ONO-ESE que constituyen los límites norte y sur de la cubeta y que elevan las márgenes norte y sur sobre la depresión. Sobre este modelado tectónico se han desarrollado procesos kársticos y glaciares dando la configuración actual de la forma, que puede definirse como poljé, caracterizado por la presencia de un pequeño cauce cuyas aguas vierten a un sumidero o pónor.

Valores históricos y paleoecológicos
La depresión de Comeya está rellena de hasta 57 m de sedimentos encerrados en una cubeta cuyo substrato está constituido por calizas, rocas arcillosas y cuarcitas. Los suelos son de diferente naturaleza respondiendo a la compleja historia de la depresión. Así, buena parte del relleno está formado por arcillas rojas procedentes de la disolución de la caliza, que ocupan la zona central de la cubeta. Las gravas morrénicas transportadas por el torrente del Enol han generado suelos pedregosos (regosoles) en la zona sur de la depresión, mientras que los coluviones desarrollados sobre la ladera cuarcítica del flanco norte han generado suelos pardos. Los depósitos de turba, que llegan a alcanzar 5m de espesor, se localizan en la zona central de la depresión y generan histosoles en superficie.
La velocidad con la que responden los ecosistemas de montaña, en particular lagos y depresiones turbosas, a las fluctuaciones de temperatura y humedad ambiental hacen que sean un archivo de incalculable valor para estudiar los cambios ocurridos en el clima. En particular, las facies lacustres del relleno de Comeya guardan datos sobre episodios de erosión y escorrentía asociados a la deglaciación.
Los sondeos previos muestran la existencia de vegetación quemada, datada en 40.000 años, a 35 metros de profundidad y tapada por depósitos lacustres. Por otra parte, la base de la turba a 5 m de profundidad se ha datado en 8.350 años, momento en el que la depresión dejó de ser un lago.

Hábitats de Interés Comunitario

Código Natura 2000 Denominación Prioritario
4020 Brezales húmedos atlánticos de zonas templadas de Erica ciliaris y Erica tetralix *
4030 Brezales secos europeos
4090 Brezales oromediterráneos endémicos con aulagas
6210 Prados secos seminaturales y facies de matorral sobre sustratos calcáreos (Festuco-Brometalia) *(Importantes sitios de orquídeas)
6230 Formaciones herbosas con Nardus, con numerosas especies, sobre sustratos silíceos de zonas montañosas *
7130 Turberas de cobertura *(Turberas activas)
7140 Ciénagas de transición y tremedales
8210 Laderas rocosas calcáreas con vegetación casmofítica

 

Hábitats según otras clasificaciones: fitosociológicos u otros

Código Natura 2000 Código INH Sintaxón
4020 302023 Gentiano pneumonanthes-Ericetum mackaianae
4030 303043 Daboecio cantabricae-Ulicetum gallii
4090 309053 Lithodoro diffusae-Genistetum legionensis
4090 309054 Lithodoro diffusae-Genistetum occidentalis
6210 521227 Brachypodio rupestris-Seselietum cantabrici
6230 523012 Nardo strictae-Caricetum binervis
7130 613012 Calluno vulgaris-Sphagnetum capillifolii
7130 613016 Erico mackaianae-Sphagnetum papillosi
7140 614010 Rhynchosporion albae
8210 72119D Saxifragetum paniculato-trifurcatae

 

Flora
En el aspecto florístico cabe mencionar los diversos tipos de esfagnos (musgos del género Sphagnum) que estructuran las turberas y la presencia de árnica (Arnica montana subsp. atlantica), ya que todas ellas aparecen registradas en la Directiva Hábitats como especies que pueden ser objeto de gestión.

Fauna
Algunas de las taxocenosis de la vega de Comeya han sido inventariadas, como sucede con las sanguijuelas, de las que pueden encontrarse dos especies Haemopis sanguisuga y Trocheta bykowskii. También se han encontrado 10 especies de odonatos, entre ellas la Aeshna juncea, catalogada como una especie vulnerable a nivel estatal. El cangrejo de río Austropotamobius italicus ha sido introducido artificialmente en los arroyos de la vega pero parece haber desaparecido de la misma hace algunos años. Hay igualmente truchas y piscardos introducidos artificialmente. Más naturales parecen ser la taxocenosis de anfibios en la que destacan cinco especies: la salamandra común (Salamandra salamandra fastuosa/bernardezi), el tritón alpino (Mesotriton alpestris), el tritón palmeado (Lissotriton helveticus), el sapo partero común Alytes obstetricans) y la rana bermeja (Rana temporaria). También se encuentra en este hábitat la lagartija de turbera (Lacerta vivipara) y entre las aves que más utilizan directamente la turbera destacan la cerceta común (Anas crecca) y la agachadiza común (Gallinago gallinago). Aparte del ganado el mamífero que más puede afectar la conservación de la turbera es el jabalí aunque se adentra poco en la zona más húmeda.

ESTADO ACTUAL

El principal factor de amenaza para los hábitats turbosos de la Vega de Comeya es la presión que ejerce el ganado sobre las zonas húmedas del enclave, por una parte mediante el pisoteo del terreno, que altera la cubierta vegetal de las turberas, y por otra con las deyecciones, que provocan la eutrofización del suelo y modifican, por tanto, las condiciones del medio en que se desarrollan estos frágiles hábitats.

DIRECTRICES PARA LA GESTIÓN Y LA CONSERVACIÓN

El estado de conservación de los valiosos hábitats que alberga la Vega de Comeya está condicionado por la actividad ganadera que se desarrolla en el enclave y el efecto que el ganado ejerce sobre el suelo y la cubierta vegetal. Es por ello que debe plantearse una estrategia que permita conseguir una adecuada relación entre usos ganaderos y conservación.
Así, un exceso de actividad ganadera produciría una eutrofización del ecosistema, su destrucción por pisoteo y ramoneo y el riesgo de desecación por agotamiento de los recursos hídricos. Se requeriría, por tanto, determinar la carga ganadera del enclave y establecer mecanismos de control de la misma.
Por otra parte, deben abordarse estudios sobre la evolución natural de las comunidades vegetales sin la presión del ganado, para lo que habitualmente se utilizan vallados experimentales en las zonas de mayor interés, con el fin de evitar en ellas el pisoteo, el pastoreo y la eutrofización.
Así mismo, entre las medidas de conservación más interesantes se considera la recolección y almacenamiento de germoplasma (semillas, propágulos) de las especies amenazadas, para el posterior desarrollo de pruebas de germinación y viabilidad de las semillas.
Estas medidas permitirán analizar las causas del deterioro de las turberas y la puesta en práctica y evaluación de actuaciones encaminadas a la mejora del estado de conservación tanto de las comunidades vegetales como de la flora presente en estos frágiles y vulnerables ecosistemas.

FOTOS

Panoramica Comeya

 

Panorama Comeya1

Erica mackaiana